¡A quién le importa!

Cada vez que menciono una crítica o un comportamiento sistémico socialmente aceptado que obvia las conductas que la masculinidad misógina admite, ellos, se sienten ofendidos, saltan detrás de los arbustos a decir que no solo ellos hacen eso, que las mujeres también, que las denuncias falsas, que no generalice y que estoylotro.

Pero no reflexionan ni analizan la carga económica, emocional, mental, física, simbólica, estética y hasta hormonal con la que cargamos las mujeres como comunidad. Esto incluye:

Brecha salaria, la cual se traduce a una diferencia de sueldos de 35% entre hombres y mujeres, donde ellas, por supuesto, son las que menos ganan.

Amor de madre y de esposa, esto se traduce a trabajo no remunerado ¿quién rayos trabaja feliz en un puesto las 24 horas y además sin sueldo? ¿quién? Pero es el deber de madre y esposa que todos se ocupan de ignorar sistemáticamente, hasta que no está mamá para lavar la ropa o hacer la cena, ahí sí notan que algo falta y que alguien no está haciendo lo que le corresponde.

El trabajo no reumunerado representa el 24% del PIB, más que el amado petróleo que nos ha salvado como país de tantos naufragios económicos. Es decir cada hogar tiene una trabajadora sin sueldo que aporta, gracias a su no cobro del trabajo más que el oro por el que EU hace guerras, digo, libera países.

Ante la petición de aborto, la frase más repetida es “Cierren las piernas” de la boca de tipos y a veces, mujeres que no practican el celibato, como si la reproducción fuera celular y la mujer se divide sola como célula para reproducirse en un abrir y cerrar de piernas. Se olvidan de un participante, el que embaraza, el que siembra la semilla, el que se mete, el pene.

Se les olvida a todos esos que les encanta coger sin condón, que presumen hacerlo, que no solo tienen una pareja sexual y que no cuidan a ninguna de ellas ni a ellos. Mientras las cifras de VIH se van multiplicando al triple.

También ignoran el hecho de que la carga económica, emocional, mental, física y hormonal recae sobre ellas, comprar pastillas, tomar pastillas y sufrir las cosecuencias de las pastilla o de otros métodos anticonceptivos, pero la pastilla anticonceptiva de ellos fue cancelada por causar los mismos o menores efectos secundarios. Porque pues meh! Son mujeres, si no se quieren embarazar que las tomen.

Ignorar convenientemente el hecho de la vasectomía, las clínicas que presentan estos programas están casi vacías, mientras los quirófanos se llenan de mujeres a punto de parir. Muchas, con embarazos de alto riesgo porque son menores de edad y aunque ya pueden concebir, su cuerpo no se encuentra preparado para parir.

Pero son los hombres los más prontos a opinar en las notas de redes sociales cuando algún medio menciona el aborto. Siempre prohibiendo, condenando, criminalizando.

Me encantaría ver cómo esos que saltan a opinar sobre lo que escribo y describo acerca de las relaciones sociales desiguales entre hombres y mujeres, reflexionaran en su entorno, con sus amigos, compañeros de trabajo y familia ante cualquier comentario machista, pero se sientan en las fiestas familiares, los hombres, porque las mujeres están la cocina, a hablar y a opinar sobre el aborto y las locas e irracionales de las feministas, mientras la mamá o la esposa les sirve la comida, y ellos indignadísimos beben cerveza, porque las mujeres ahora quieran decidir "y matar un bebé". Diciendo que ya hay igualdad y que no sé que más queremos.

Pero no es matar un bebé, hasta la semana 26 tiene sistema nervioso, imagínate qué es a la semana 12 que es lo que quiere que se apruebe. Es seguir estudiando, es no abandonar en un orfanato a un niño que como miles están esperando ser adoptados, es saber que no se tienen los medios, anhelo y tiempo para atender a un niño y lo que implica, qué va a saber el que no cambia pañales de eso, el que no pasa la pensión alimenticia, ¿qué van a saber si no tienen útero?