Entre más años tengo, más gente conozco y más historias escucho, cada vez, cada día, llego a la conclusión que soy muy afortunada de tener a la madre esta, que tengo.
Siempre fue feliz, no voy a decir que nunca la vi llorar, porque es humana y sentimental, pero siempre fue feliz, es feliz creo que cada vez más.
Ella llegaba del trabajo, cansada, de la calle, del tráfico y todavía y todavía, trataba de limpiar un poco el desorden que habíamos hecho en el día, pero sobre todo siempre privilegió su salud mental por encima de todo, lo que traía como consecuencia nuestra salud mental.
A lo mejor no tuvimos la casa, los muebles, la ropa que queríamos, pero siempre, siempre, siempre tuvimos una sonrisa. Cuando no había dinero, siempre hubo comida caliente, agua caliente, una cama donde dormir y una sonrisa.
Siempre nos dijo: viajen lo que puedan, sean respetuosos, si te invitan a alguna parte sé agradecida, no vayas a donde no te inviten, sé respetuosa con los demás (tiempo, dinero, emociones), no tomes lo que no es tuyo (nada) y a la fecha yo no puedo estar en una reunión entre amigos y tener que pedir una cerveza porque no son mías, aunque haya confianza y ganas de compartir.
Si acaso existe calidez, amabilidad, ganas de divertirme, interés por el conocimiento, alegría eso es por mi mamá. Una de nuestras pláticas favoritas son dos, hablamos de nubes y sueños. Siempre juntas hablando del cielo, de lo bonito que está ____(inserte belleza celeste)_____ y sus sueños inverosímiles y divertidísimos (para mí).
No sé cuántas veces pueda describir su maravilla, su paz, su alegría, su agradecimiento. Es un alma noble y amorosa, equilibrada, siempre entendiendo y respetando nuestras individualidades, nuestro espacio, nuestro tiempo, siempre tratándonos como personas y es así como valoro y aprendí a hacer sentir personas a las personas.
Yo la culpo directamente de todas las cosas lindas y pacíficas y amorosas que como persona pueda yo tener. Jamás la escuché juzgar a las personas o hablar mal de ellas quizá de ahí me viene la falta de prejuicio. Ella es mi mamá y no la cambiaría por nada del mundo, porque me tocó muy buena fortuna y quiero compartirla con quien se deje y la aprecie.
¡A mí me vale madre! Porque todo lo que valga lo que mi madre, vale jijodelachingá, ¡vale un chingo!
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