Las dos

Ellas son ellas y ellas son dos, ellas fueron marimachas no por lesbianas, porque son más heterosexuales que otra cosa, pero eran eso para el resto porque no preferían jugar a limpiar caca fictica de bebés falsos (yeiii!!!!) ¿quién en su sano juicio rechazaría jugar a limpiar caca? No lo sé, pero ellas sí y lo hicieron bastante bien.

Se alejaron de la norma, del promedio, vivieron cosas en casas, cosas lejanas en casas legítimas, pasaron años y hasta ahora a estos días, ellas son mis chicas rudas, personas siendo personas, haciéndome sentir persona, mis hermanas porque estar con ellas se siente como estar en casa, un lugar donde encontrarse y consolarse, un lugar que a pesar de la carrilla y las bromas oportunas siempre, siempre se siente el amor, estando detrás de todo, el respeto, la plena de comprensión del lenguaje de la sinceridad, donde uno puede decir o preguntar lo que sea, sin que haya otra cosa que una respuesta muy muy humana y sincera.

Hemos creado, abierto un espacio seguro, para la paz, para que el mundo cobre sentido, para crecer y comprender, y lo que una no entiende la otra, que sí lo entiende, se lo explica o entre todas construimos una respuesta, porque tres cabezas piensan mejor que una y tres corazones sienten mejor que uno.

Algo más que pasar el rato para seguir viviendo, existimos y lo hacemos ahí de la mejor manera que podemos y yo a la fecha no he conocido mejor manera para todo que no sea el amor. El mundo es un lugar suficientemente hostil y egoísta, ya hay demasiada gente queriendo joder, dispuesta a joder para que en la intimidad, en los cercanos, en tu poco tiempo para ti, como para que en las palabras que te dirigen los que dicen quererte sean las mismas o peores que quienes sabes a ciencia cierta que no te quieren.

Con ellas no hay juicios sino comprensiones, con ellas no hay rencores sino maneras de repartir el amor, la mejor forma de pasar un domingo sin bañarse o ver una película o comer pizza, de improvisar rap o bailar breakdance, la mejor manera de reírse o de llorar aunque no se quiera, la mejor imagen antes de irse a dormir o encontrar la paz en un día sin tregua. Porque nada es impuesto y todo es fluido, con la ligereza que uno baila un vals de cuento de hadas. Cuando hay magas buscando más encantos, la magia encuentra la forma de suceder.