El
clima interior del país es el de la furia, la rabia, la costumbre de
renegar. Puedes y tienes todo el derecho a estar en desacuerdo pero
cuando es la furia la que escupe palabras o desde la total
subjetividad de lo que crees que es bueno o malo, cuando nada es
realmente.
Pareciera
que los mexicanos extrañan la represión, a los granaderos
asfixiando los pocos movimientos de oposición y todos, absolutamente
todos están en contra de la consulta ciudadana haciendo notar sus
errores, como si nuestro organismo regular de democracia con sus
miles de millones de presupuesto y sus decenas de años no se
equivocara, pero eso no molesta.
Tampoco
molesta la invitación de todos los presidentes desde Zedillo a los
dictadores de Venezuela, ni molesta, nada parece indignar, excepto
los nuevos caminos, excepto si viene de esta figura satanizada por
años, misma que arrasó en las urnas.
Noto
algo más en los detractores de todo lo que parpadee y respire, el
todavía no presidente ejerciendo, es que su desdén viene no de los
errores del próximo mandatario, porque ni entra a ejercer y ya tiene
un cerro de quejas bajo cualquier pretexto, quienes lo critican no lo
hacen desde la ética, sino desde el privilegio clasemediero y
conservador, donde no se ven con un presidente que no hable inglés
ni con hijos bonitos.
La
gente que más he visto que lo critica no tiene la ética para
juzgarlo desde la moral, es decir conozco sus usos y costumbres y
contradicciones, tienen negocios deshonestos, lucran fuera del marco
de la ley, les parece una gracia sobornar o recibir sobornos, o
sencillamente ni siquiera tienen una vida poco consistente bajo el
pretexto que quieras, pero no ejercen la honestidad y además hablan
desde la furia.
Me
hubiera gustado ver esa furia en años pasados, en atropellos
pasados, pero su furia por lo que todavía no pasa, no es más que
una muestra de la doble moral que se permiten a sí mismos pero no le
permiten a nadie más.
El
día que ganó la presidencia este personaje que contradice todos los
valores simbólicos de los pobres que se ven a sí mismos como
clasemedia, para ellos hubo luto porque sus héroes de cara bonita,
apellido bonito y robos bonitos se había acabado, no es cierto que
les importe México, porque mientras robaron los que ellos quería no
había problema ni queja, y mucho menos furia, ojalá la furia
hubiera despertado con cada abuso, represión, ola de violencia y
pruebas de desvío de dinero, pero no, de ellos, ni sus luces, ni sus
quejas ni sus...nada.
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