Confieso que amanecí
con una nube gris sobre la cabeza, hoy pudo ser mi día de furia muy
a la Michael Douglas o mi propia versión de Relatos Salvajes, sí,
así me sentía, donde me hubiera puesto frente a una injusticia y un
bat en la mano el video de Beyoncé se queda corta.
Me sentía
miserable, con resfriado y cólicos después de lidiar toda la semana
con los estragos de las dos inundaciones. Pero la vida, la bendita
vida, te cachetea de la forma más hermosa y elegante que puede
encontrar.
En mi trabajo, o
parte de él, es entrevistar a personas interesantes con una
trayectoria que va más allá de lo individual, pues bien, hoy me
tocó entrevistar a la nada despreciable nominada a un Nobel de
Química, pero lo que impresiona es todo lo que tuvo que superar de
forma personal, primero un cáncer de ovario, años después cáncer
de mamá, cáncer de hígado este último mismo que ella trató, y
como si una lluvia de cánceres superados no fuera suficiente, además
por un ataque cerebral quedó cuadrapléjica. Le leí a mis
compañeros su biografía y estaban boquiabiertos, su primer
referencia fue ella es el Stephen Hawking mexicano y les dije, mejor
que eso, ella es una Rambo Científica.
En la entrevista
ella tan agradable y abierta, salió la plática y quise compartirle
la charla con mis colegas, cuando le dije lo de Rambo Científico
murió de la risa, escucharla reír con esa soltura fue de todas las
cachetadas que tenían qué ver con ella, escucharla decir: Volví a
nacer cuando para otros eso implicaría el fin de su vida, para ella
fue un renacer.
Es la segunda mujer
que me ha tocado entrevistar, cuya tragedia personal ha empujado su
vida laboral y ha reelaborado su propósito de vida, cuando pienso en
lo que han pasado estas personas, y en las crisis existenciales mías
amo cada vez que la vida me calle la boca con una bondad.
Comentarios
Publicar un comentario