Siempre habrá alguien con ganas de meter el pie, con ganas de joder
y de que a ti (oaquiensea) le vaya de la mierda. Existen personas que se han dedicado a criticar
sistemáticamente si pestañeo, parpadeo, respiro demasiado fuerte o lo que sea, y por lo que alcanzo a entender, tienen toda la intención de que sienta vergüenza de ser quien soy.
Pero lo que yo veo desde aquí es que la única vergüenza es la que
ellos deberían de tener por ser unos malcriados, treintones con actitud de adolescentes crueles
de película gringa cliché, con un club, una líder súperbitch que los maneja como titeretitos. Cuando los veo, me hacen preguntarme sobre su criterio de las cosas, ¿cómo dejar que alguien piense por ti? ¿hable por ti? como dejar que un mortal sin mérito algún sea tu líder a adorar.
Discúlpenme si me apresuro a sacar conclusiones pero, qué tristes personitas, entregando su voluntad. Hablaré de la nula autoestima disfrazada de soberbia que veo, del trato que obviamente tienen consigo mismos, porque como decía el fabuloso Kant, no vemos el mundo como es, sino como somos, es decir si alguien invierte su tiempo, plática, mente, atención en criticar de manera insistente a una persona, mi conclusión no puede ser otra que, esa es precisamente la relación que llevan consigo mismos a solas, porque no encuentran, no saben otra forma de relacionarse con los demás, con el mundo, la forma en que su percepción está moldeada para criticarlo todo, para odiarlo todo.
Solo damos lo que tenemos, lo que sentimos, lo que traemos dentro, de lo que está lleno
nuestro interior, lo que está en el corazón lo desborda la boca. No somos capaces de armar frases que no vengan realmente de
adentro, somos dueños y autores de nuestras palabras “de la
abundancia del corazón hablará la boca”. ¿Qué dices con lo que
dices? ¿Por qué dices lo que dices?
Gracias a mis bullys he llegado a la conclusión de que soy más fuerte de lo que creí, lo único que me provocan es sentir más orgullo de ser quien soy, que mi existencia les haga ruido o los afecte tanto habla de la amenaza que sienten sin que yo tenga una actitud amenazadora, el ego es cabrón y asustadizo. Ellos sin saberlo me han hecho el mejor de los regalos. Me han hecho reconocerme a mí misma, me han hecho sentirme profundamente agradecida de ser quien soy, han despertado en mí la conciencia de lo mucho que me valoro y me aprecio, me han enseñado que hay gente realmente malnacida y también me han hecho valorar a la que me valora.
Cada te amo de alguna amiga, amigo, sabe más rico, se disfruta más, se siente más. Sé que actúan así por miedo, y me honra que se sientan amenazados
por mi existencia, porque es una forma indirecta o vedada de admiración,
es decir ellos ven en mí algo que les hace temer y hace sentir amanezados ¿Qué será? seguro son mis buenos días, mi sonrisa por la vida, o que la mitad de la empresa donde trabajamos, me salude gustosa por los pasillos a todas horas y me llamen cariñosamente La Dany.
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