Dany Disco es una leyenda urbana Culichi, un ser
mitológico nacido de la propia imaginación de su intérprete y creadora: yo mera
petatera.
He tenido muchos alias, la mitad los que elijo con
soberana libertad como seudónimo para trámites y llenar requisitos entre los
que he tenido a: Renata Romandía, María Violencia Pérez, Lula Libé, pero la
gente generalmente me llamada Dany, Dany mis jefe, Dany mi mamá, Dany
everybody.
Aunque ha habido los Dan, Danus, Danita, Vaguiela,
Dany Venus, Dany Bunny, Dany Boy, Dany California y ahora la afamada,
fascinante, flamante Dany Disco (si no lo digo yo, quién pues, ¡déjenme!)
En el mundo alternativo (ni muy-muy, ni tan-tan) en
que me muevo, quizá yo sea roquerísima para los buchones y a la vez sea
demasiado pouser para los rockeros, en fin, el punto es que yo, que soy yo, y
tengo 2 años siendo Dany Disco pa´ los compas o Daniela Discoteque para
trámites formales en la vida nocturna de Culichitown.
Empezó casi al azar, como un pequeño juego en el que
un día cualquiera nos autonombramos como
quisiéramos ser llamados, ¿si uno pudiera escoger su alias
sería:________________? Todos dijimos
algo,
No sé si sea resultado de mi experiencia como Creativia
Publicitaria, Copywriting y un poco de poeta loca, el caso es que, después de
esa noche, yo fui ya para y por siempre La Dany Disco, a la gente le gustó
saborear mi nombre, decirlo, gritarlo para saludarme, para presentarme como tal
(¿debería sacar tarjetas?)
Al principio las fronteras de Dany Disco estaban
delimitadas por los presentes esa noche, pero la aliteración es cabrona, la
musicalidad, el ritmo llevan, es nuestro yo primitivo respondiendo al ritmo de
los tambores que la palabra tiene Dany Disco.
Después esas personas (my culichis friends) comenzaron
a llamarme así y a presentarme así a la gente. A saludarme a lo lejos con el
talento Culichi de gritar bienrecio (algo muy norteño) y así se fue extendiendo
el territorio, la musicalidad, lo catchy del nombre que ahora me seguía a donde
iba.
El nombre era una cosa, pero además, tengo esta manía,
este impulso, este noséqué por bailar, por moverme, amo bailar y bailo, aunque
nadie se mueva, aunque no haya nadie bailando, bailar es un espacio de libertad,
de expresión para celebrar, celebrarme, celebrar mi cuerpo tan solo porque lo
habito y es todo mío. Dueña de mí misma.
Luego vinieron mis amigos hermosillenses de visita y
escucharon (oh sí) escucharon como me llamaban para saludarme, ellos creían que
era algo que deliberadamente oculté, y la carrilla no se hizo esperar, pero el
nombre sobrevivió, ellos, los de Hermosillo, me conocen de antes, entonces su
forma de dirigirse a mí, mi nombre en sus cabezas es otro, pero llegaron a
contar a los otros, los que no vinieron de visita, la leyenda de una tal Dany
Disco.
Ahora, en el trabajo, hay personas que de broma, me
llaman así porque saben la historia, y conocen a la otra Dany fuera del
trabajo, a la Dany Disco pues, y cada vez que algo bailarín sale de mí, es
porque Dany Disco está al mando if you know what i mean.
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