Beware of nostalgia because it bites y sí. Hace dos días me agregaron a un grupo de whatsapp de la primaria, sí, leyeron bien, de la primaria, yo, a mis veintas (combinación de vientes con treintas) recordando bien, lo que alcanzo a recordar por supuesto, a pesar de ser de diferentes clases sociales y que hubo nerds, guapos y de todo como en todo, siempre nos respetamos unos a otros, claro la carilla existe, pero jamás alguien se ensañó con alguien, al menos en lo que a mi memoria respecta, por eso, décadas después les ha entrado la urgencia de vernos o verse, de reunirse, de ver nuestras caras al día de hoy y comprobar que seguimos siendo los mismos.
Abraham, del cual, si me acuerdo, pero él no se acordaba de nadie dijo acordarse de mí, todo en medio de mucha confusión y entonces, Abraham sin memoria recordó algo de mí que yo, no pude recordar y lo contó con tanto detalle que sentí un poco de, una mezcla de pena y envidia por no recordar eso.
El relato es este: Daniela de cuarto grado de primaria, hizo un cuento, pero no quedó ahí, lo hice, dice Abraham con efectos especiales y esos efectos especiales, dijo Abraham, incluyó inflexiones de voz, modulación y tonos de voz además de (lo que hoy me parece maravilloso) sangre falsa en la mano. ¡Sangre falsa! Me tomé muchas molestias. Él, emocionado preguntaba si yo podía recordarlo, le dije la verdad: No. Pero me dio un gusto enorme que yo sea yo, ser yo, y ser la misma. Mi siguiente confesión fue: Suena a mí, suena a que pude haberlo hecho, ahora me gano la vida de eso, escribiendo y corrigiendo textos. Hubo silencio.
No me he atrevido a preguntar a qué se dedican los demás, solo espero que amen lo que hacen, que amen con quien están, que se amen y amen su vida, eso sí lo quiero para ellos, para los niños que fuimos y los adultos que hoy somos. Después de eso, solo he visto como los mensajes se acumulan, 223, 457, 1456 sin leer y la verdad es que no los leo todos, pero me gusta el entusiasmo que se percibe en el grupo, pero la verdad es que la nostalgia nos ataca y eso que aún somos jóvenes, todavía puedo llamarnos así.
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