Estoy en mi octavo día de encierro total. Pienso en mi familia en otra ciudad, en mi hermana que hasta ayer tenía que salir a trabajar, en mi hermano que no veo que se cuide mucho y en mis sobrinos, que viven con mi hermano, el que no se cuida mucho. Me ha sorprendido la cantidad de personas que consideraba inteligentes y empáticas pero que han hecho caso omiso, no tienen cuidado en los tiempos de un virus que se asemeja a la apocalipsis Zombie que ha entretenido a millones haciéndolas películas taquilleras. Ayer, vinieron los papás de mi pareja a dejarle material, libros para que pueda seguir avanzando en sus proyectos, lo extraño que fue, que ellos dejaran algo en el piso, se alejaran y nosotras lo tomáramos del piso, mientras todos permanecíamos a generosas distancias. No pudimos abrazarlos ni besarlos. Decidimos que era mejor que ellos manejaran su propio auto, y que nosotros no pisáramos su casa, a pesar de lo encerradas que hemos estado. Creo que es la primer vez en su vida...